Una red de ciberestafas en Santa Cruz fue desmantelada, revelando que los delincuentes clonaban empresas tanto nacionales como internacionales. Ofrecían bienes y servicios inexistentes, utilizando «mulas» para recibir pagos en línea y empleaban técnicas sofisticadas de suplantación y extorsión. La red, operativa desde un centro en Equipetrol y compuesta por más de 130 personas, fue descubierta gracias a la inteligencia policial. Los estafadores creaban perfiles falsos y se aprovechaban de la confianza de los usuarios para capturar datos personales y financieros.

La operación policial descubrió que esta red utilizaba estrategias complejas para evadir la detección, incluyendo la utilización de «mulas» para mover el dinero a cuentas internacionales. Las autoridades advierten sobre la creciente sofisticación de estas redes criminales y la necesidad de extremar las precauciones al realizar transacciones en línea. La colaboración internacional y el uso de tecnología avanzada fueron cruciales para desmantelar esta organización delictiva, subrayando la importancia de la cooperación global en la lucha contra el cibercrimen.